El miércoles acudí a una presentación de moda de mujer. Se trataba de la colección de la diseñadora Isabel Hormaechea (1). Los vestidos que exponía eran de gala, de fiesta. Me gustaron, en particular, unos vestidos en blanco y negro sobre todo por el tipo de corte, la caída de la tela y, bueno, no sabría explicarlo. Algunos cortes me recordaban a Balenciaga. Había uno con una capa que me llamo la atención. Me extrañó como fue expuesta, parecía que la distribución era por colores: blanco/negro, rojos, esmeralda, etc. en lugar de: fiesta, gala, etc. Hubo un momento que me los imaginaba puestos en una mujer y, reconozco que, alguno me gustaría quitarlo (2) personalmente… jajajaja
Volviendo a la realidad os diré que había vestidos preciosos, elegantes, para todas las edades. Más bien, para una “madame” que para una “mademoiselle”. Aunque ahora, los franceses, quitaran de sus documentos oficiales la denominación “mademoiselle”, sustituyéndola por la “madame”. Estos vecinos del norte…
Me encontré con gente conocida. Tanto de mi época adolescente como hasta antiguos vecinos, pasando por gente de la farándula, que conocí cenando en casa de unos amigos. El mundo es un pañuelo (3). Una copa de vino, unos canapés, saludos de cortesía. Te presento a… conoces a…
Y no podían faltar los vestidos de novia…. Me di un paseo, entre ellos, hasta que dijeron a mi lado: “No hay dos sin tres” (4)… Fue un comentario inocente pero, se me pusieron los pelos de punta. jajajaja
Un buen momento para despedirse del personal y hacer mutis por el foro.
(1) http://www.hormaechea.es/
http://hormaecheaisabel.blogspot.com/
(2) Tengo que educar (mejor?) a mi neurona
(3) Según la teoría de los Seis grados de separación, cualquier persona en la Tierra, puede estar conectado a otra a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco eslabones
(4a) Básicamente este refrán proviene de la escuela pitagórica, por donde se intenta decir que la manifestación en una dualidad es algo que aún no ha finalizado su ciclo, ya que cuando existen dos posturas o tendencias, de su conjunción nace el equilibrio de ambas, o sea un tercer punto que simbólicamente suele representarse por un triángulo equilátero, y que se explica numéricamente en la suma de los números componentes en la manifestación del dos, es decir 1+2=3.
(4b) Siempre hay una tercera oportunidad para seguir intentando.